Durante el recorrido hablaremos de la música, que desde los tiempos de los romanos hasta nuestros días acompañan la historia de los veroneses. El jóven Mozart y María Callas  nos servirán de conductor: el primero se hospedó en la ciudad por 10 días, la segunda vivió algunos años, pero ambos respiraron la atmósfera musical de Verona.

Nuestro recorrido comenzará en la iglesia de San Tommaso Cantuariense porque justo allí Wolfgang  A. Mozart dio un concierto inolvidable en enero del 1770 tocando el órgano barroco que se encuentra aún hoy en el interior.

Continuaremos dirigiéndonos hacia el Teatro Romano- que Mozart no vio porque no había sido aún traído a la luz-para recordar como ya en época romana la música y varios instrumentos musicales- entre ellos la flauta y el órgano- fueran necesarios para acompañar los espectáculos.

Desde el teatro dirigiremos la mirada hacia la torre campanaria de la Catedral, porqe desde el Medioevo en adelante la Iglesia utiliza la música en tantos momentos y se transforma en un centro musical . Para difundir la utilización de textos musicales y litúrgicos se fundó no solamente el “scriptorium”, sino también la “Schola Cantorum”.

Atravesando el Puente de la Piedra el rumor (o la música) del agua nos acompañarán hacia la Plaza Santa Anastasia: nos detendremos delante del hotel Due torri donde Mozart se hospedó con su padre.

Recorriendo las estrechas calles del centro de la ciudad hablaremos de la jóven cantante que en el 1947 llegó a la ciudad, debutó en la Arena en la “Gioconda” de Ponchielli y vivió en Verona por algunos años.

Para terminar nos dirijiremos a la Plaza Brà: delante a  la Arena  y con tanta imaginación, podremos sentir los sonidos de los cornos que acompañaban en la época romana la procesión de los combates de los gladiadores.

El anfiteatro fue utilizado como teatro también en los siglos sucesivos: Rossini en el 1822 dirigió un concierto delante a soberanos de toda Europa y sobre todo desde el 1913 en adelante las representaciones de las óperas líricas continúan a ser propuestas con éxito cada verano.

Atravesaremos la plaza llegaremos finalmente al Teatro Filarmónico, sede de la temporada lírica invernal . Aquí en una sala llamada “Ridotto” el jóven Mozart dio un concierto delante a personalidades de la ciudad, evento recordado en todos los documentos escritos de aquel tiempo.

Sigannos en esta visita “musical” y descubrirán un lado de Verona poco conocido.

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